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viernes, 30 de enero de 2015

El presidente que nos malgobierna lo ha tenido claro y nos ha felicitado las fiestas con la buena nueva. Estas navidades serán las navidades de la recuperación, nos ha dicho. ¿Lo han sido para ustedes? La alegría va por barrios, pero mucho me temo que no vivimos en el mismo barrio que las empresas del Ibex 35 ni en el mismo rellano de los amigos y conocidos del presidente.

De moment ja ens ha posat el seu granet de sorra per a aquesta recuperació, perquè sapiguem que el PP i Rajoy aprietan pero no ahogan. Els pensionistes ja es podran córrer alguna farra amb una pujada del 0,25 per cert. Un euro i mig als que cobren 600 euros, tres barres de pa de les baratetes. Fins i tot, ja en pla tirar la casa del govern per la finestra, pujaran el salari mínim en tres euros al mes, per vicis.

Anuncien la recuperació per un micro i pugen un euro i mig per l'altre. Estem instal·lats en l'exageració, quan no en la mentida, com a forma de comunicació de la política dels grans partits. La distància entre el que es promet i el que es dóna, entre el que es diu i el que es fa, cada dia s'engrandeix. No m'estranya que la gent estigui fins als nassos de viure una realitat de males notícies i sentir promeses de novetats i paradisos que mai no arriben.

Ahora bien, que cada palo aguante su  vela. Están aquí porque los votos de alguien los han puesto ahí. El mío siempre ha ido a la tozudez reivindicativa de iniciativa izquierda unida, intentando, con mejor o peor fortuna, hacer verdad aquello de que en el bote pequeño esté la buena confitura. A contracorriente, porque lo que se lleva es lo del burro grande, ande o no ande.   


Les deseo de corazón que el nuevo año sea mejor que éste que acabamos de terminar. Lo necesitamos, pero también depende de nosotros. De usted, de mí, de todos.